¡Qué difícil es acariciar las plumas de un ángel!
Por muy cerca que esté, rehúye el roce;
Por miedo a que lo atrapes,
Da vueltas, regresa, su aleteo inaudible,
Es el único sonido que puede producir.
Ellos, los ángeles, no saben hablar,
No son adecuadas las palabras
Para su expresión,
Su mensaje mudo es la presencia.
Suelen acercarse
Para envolverte con su aura,
Pero enseguida se alejan, atemorizados por la intimidad,
Protectores, pero no ...