Ensombrecidos por el tiempo, los maestros, como los
recuerdos, se mezclan
Y confunden,
y se apoltronan en los sillones de jardín, como un aire
Disperso, aire en la claridad de la nada.
¿Qué podríamos decirle a cada uno?
¿Cómo pueden ser tan claros y oscuros a la vez?
Nos sacan de quicio,
desaliñan las hojas de los árboles de agosto.
De pronto se detienen, abruptamente, como el viento.
Regresan las moscas y el calor:
¿qué ...