Héctor Bianciotti (Córdoba, Argentina, 1930-París, 2012) llegó a Europa en 1955. Tras residir en Italia y España, pronto se estableció en París, y en 1981 obtuvo la nacionalidad francesa. Desde principios de la década de 1980 dejó su lengua materna para escribir en francés. En Francia, su país de adopción, fue considerado uno de los más importantes novelistas contemporáneos, y en España un exquisito autor de culto. Colaborador de Le Nouvel Observateur y Le Monde y de la editorial Gallimard, en 1996 fue nombrado miembro de la Academia Francesa, con lo que se convirtió en el primer académico francés de origen hispano. Su trayectoria literaria siempre estuvo muy unida a la de Tusquets Editores, en la que publicó diez obras desde 1973: Sin la misericordia de Cristo, Lo que la noche le cuenta al día, El paso tan lento del amor, La busca del jardín, Como la huella del pájaro en el aire y La nostalgia de la casa de Dios (Andanzas 58, 186, 268, 275, 432 y 635), así como Ritual, Los desiertos dorados (Cuadernos Ínfimos 44 y 65), Detrás del rostro que nos mira y El amor no es amado (Marginales 52 y 78). Sus novelas merecieron los más prestigiosos galardones, entre ellos el Premio Médicis 1977, el Premio Femina 1985 y el Prix de la Langue de France 1994, y por el conjunto de su obra recibió el Premio Prince Pierre de Monaco 1993.
Esta antología de cuentos de amor está dividida en cuatro grandes secciones. Son las cuatro vertientes del amor, cuentos donde los amantes: 1º Se miran, se presienten, se desean; 2º se codician, se palpan, 3º se fascinan; se acometen, se enlazan, se entrechocan; y 4º se desmayan, reviven, resplandecen.
Dos casas que nunca fueron un hogar son los escenarios en que se recrea la memoria del protagonista, un pianista que ha alcanzado el éxito en escenarios de todo el mundo. Sus evocaciones de esos espacios –una mansión en el campo, cerca de Lucerna, y un apartamento en París– le llevan, en primer lugar, a su padre, violonchelista que siempre supo que su hijo ...
Cuando Héctor Bianciotti fue nombrado miembro de la Academia Francesa de la Lengua, se definió como «alguien que viene de lejos, y que ha pasado de su lengua materna [el español de su Argentina natal] a la de su literatura predilecta por caminos de contrabandista, sin traer nada, a modo de regalo, salvo un imaginario venido de otra parte». Como la huella del pájaro ...
Devolvemos a los lectores La busca del jardín, obra que, en 1978, recibió en Francia el Premio Médicis a la mejor novela extranjera, y en la que Héctor Bianciotti inicia en cierto modo esa larga aventura personal que el tiempo, la distancia, el cambio de lengua y, sobre todo, la distorsión de la memoria han ido convirtiendo, en los últimos veinte años, en sucesivas ...
En Lo que la noche le cuenta al día (Andanzas 186), primera entrega de ese viaje hacia sí mismo, o de esa «autoficción», como ya la ha bautizado la crítica francesa, Bianciotti nos había dejado una noche de marzo de 1955, en el puerto de Buenos Aires a bordo de un barco que debía llevarle a Europa.
En un lugar perdido de la pampa argentina, vive una pintoresca familia de piamonteses que intenta superar allí la atávica pobreza que les arrancó de su Italia natal. En la áspera dureza de esta supervivencia, un adolescente especialmente sensible, que observa sibilinamente a los personajes desgarrados que le rodean, destinado en principio a los trabajos del campo, complica de pronto los planes de sus ...
¿Qué puede atraer a Adelaïde Marèse, con su desconcertante aire de institutriz, en la atmósfera enrarecida del Café Mercury ? ¿Será Rosette, esa niña inquietante, diabólica, que descalabrará no sólo su anodina y rutinaria existencia, sino también la del discreto narrador, quien terminará reconociéndose en el destino desgarrado que les depara el ejercicio temerario de la memoria, en la que —según él mismo confiesa— ...
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Dos casas que nunca fueron un hogar son los escenarios en que se recrea la memoria del protagonista, un pianista que ha alcanzado el éxito en escenarios de todo el mundo. Sus evocaciones de esos espacios –una mansión en el campo, cerca de Lucerna, y un apartamento en París– le llevan, en primer lugar, a su padre, violonchelista que siempre supo que su hijo ...
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Devolvemos a los lectores La busca del jardín, obra que, en 1978, recibió en Francia el Premio Médicis a la mejor novela extranjera, y en la que Héctor Bianciotti inicia en cierto modo esa larga aventura personal que el tiempo, la distancia, el cambio de lengua y, sobre todo, la distorsión de la memoria han ido convirtiendo, en los últimos veinte años, en sucesivas ...
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