En su nueva novela, Javier Tomeo, a medio camino entre Buñuel y Mary Shelley, vuelve a su territorio más querido y personal: los monstruos. Monstruos por exceso, monstruos por defecto, monstruos como camino de perfección, aprendizaje del otro y de las diferencias biológicas que nos hacen más humanos. Amor al otro, amor a las asimetrías, amor al prójimo por mucho que no cumpla las ...