A ser claro, conciso, sobrio y poeta mayor vino Karmelo al mundo literario. A exprimir la palabra hasta arrinconarla, exhausta de intención, llena como invitado de boda. Su economía en el verso convierte al poema en un desplegable, un plano que cabe en el bolsillo y puedes abrir siempre que te pierdas en otra ciudad, otra vida. La vida sigue ?dicen?, pero no siempre ...